La conversación más incómoda
Las grandes empresas tecnológicas hablaron de la IA y el futuro del trabajo, pero ¿qué significa eso para el sector audiovisual?
La semana pasada, Andy Jassy —CEO de Amazon— sacudió la conversación global sobre el futuro del trabajo al declarar que, en los próximos años, muchos puestos dentro de su compañía pasarán a manos de la inteligencia artificial. No fue un comentario aislado: Dario Amodei, CEO de Anthropic, advirtió que la IA podría eliminar hasta la mitad de los empleos de oficina de nivel inicial en apenas cinco años. Y fue más allá: acusó a la industria y a los responsables políticos de “endulzar lo que se viene”, y llamó a encarar con honestidad y urgencia una discusión seria sobre el impacto laboral de esta tecnología.
Estas declaraciones resuenan con fuerza en una industria audiovisual que ya viene transitando un proceso doloroso de reconversión: despidos masivos, reestructuraciones y una transición aún incompleta desde la televisión lineal hacia el streaming. En ese contexto, las advertencias sobre la disrupción que puede traer la IA no hacen más que intensificar la ansiedad.
En esta entrega, vamos a dejar de lado las especulaciones y enfocarnos en los datos. Vamos a analizar dos de los estudios más serios sobre el impacto de la inteligencia artificial en el empleo y la economía del sector audiovisual.
El objetivo: entender con mayor claridad qué está en juego y qué sectores se ven más afectados.
El impacto en el trabajo
La IA ya está siendo integrada a lo largo de la cadena de producción, pero no todos los roles de trabajo tienen el mismo grado de “vulnerabilidad”, por lo menos, de acuerdo a lo previsto en 2025.
Los datos del reporte “Future Unscripted: The Impact of Generative Artificial Intelligence on Entertainment Industry Jobs”, de CVLEconomics, revelan que el 68.7% de las empresas del sector en Estados Unidos ya se han convertido en adoptantes tempranos de esta tecnología, con una particular concentración en las compañías dedicadas a la postproducción.
Entre las empresas que han implementado la IA generativa, el 44% la utiliza para la generación de modelos 3D, mientras que el 39% la aplica en el diseño de personajes y entornos. Adicionalmente, el 37% de estas empresas está empleando la tecnología para tareas de generación y clonación de voz, así como para trabajos de composición. Este informe estima que para 2026, en Estados Unidos, cerca de 118,500 empleos en el sector (equivalentes al 21.4% del total en ese país) podrían verse significativamente afectados por la IA generativa, ya sea mediante consolidación, reemplazo o eliminación de puestos de trabajo.
Las perspectivas de los líderes empresariales son claras. Aproximadamente un tercio de los encuestados anticipa el desplazamiento laboral de editores de sonido y modeladores 3D en los próximos tres años. Roles como diseñador de sonido, compositor y diseñador gráfico fueron identificados como vulnerables por cerca del 25% de los participantes. Un tercio de los encuestados también señaló como susceptibles los puestos de mezcladores de regrabación, técnicos de transmisión, y técnicos de audio y video. Adicionalmente, un 15% pronostica el desplazamiento de artistas de storyboard, ilustradores, artistas de apariencia/superficie/materiales y animadores para 2026.

Más allá de las cifras globales, el informe subraya un efecto colateral complejo: los primeros puestos que desaparecen son los de entrada. Las tareas junior —rotoscopía básica, limpieza de audio, primeros pases de modelado 3D o bocetos de storyboard— encajan perfectamente con las capacidades actuales de la IA generativa, que las ejecuta a gran escala y casi sin coste marginal.
Esto no solo estrecha el embudo de acceso para nuevos talentos, sino que amenaza la diversidad y la transmisión de oficio: sin ese “aprendizaje en el set”, dentro de 5‑10 años faltarán perfiles intermedios y senior formados desde dentro. El informe advierte que esta contracción impactará sobre todo a personas de orígenes menos privilegiados que históricamente han usado esos roles como vía de ascenso social.
El impacto económico y su proyección
Otro de los reportes más completos en torno al tema es uno elaborado por PMP Strategy y comisionado por CISAC, que evalúa el impacto económico de la IA generativa en la creación en los sectores de la música y el audiovisual, proyectando hasta el año 2028.
La evaluación se centra en tres aspectos clave para el sector audiovisual:
Tamaño del Mercado de Contenidos Audiovisuales Generados por IA generativa
Se espera que los productos audiovisuales completamente generados por IA alcancen un valor de aproximadamente €48 mil millones en 2028, con un crecimiento promedio anual de alrededor del 85%.
La mayor parte de este crecimiento estará impulsada por la penetración de la IA en las redes sociales, proyectando €30 mil millones en 2028, y en los programas de televisión de bajo presupuesto, con €11 mil millones.
Otros segmentos incluyen el video bajo demanda con suscripción (SVOD) con €3 mil millones y el video bajo demanda con publicidad (AVOD) con €5 mil millones.
La adopción se impulsará en usos como los videos de formato corto en redes sociales, contenidos virales en plataformas AVOD, y la producción de programas de televisión y publicidad de bajo presupuesto.
Pérdida de Ingresos para los Creadores Audiovisuales
El uso de herramientas de IA para automatizar tareas en el proceso de producción podría poner en riesgo el 21% de los ingresos de los creadores audiovisuales para 2028.
Esto se traduce en una pérdida acumulada de €12 mil millones en cinco años y una pérdida anual de €4.5 mil millones en 2028.
El impacto será particularmente fuerte en ciertas categorías de creadores:
Traductores: Se estima una tasa de canibalización de aproximadamente 56%. Esto se debe a que las herramientas de IA para traducción y adaptación automática se están acercando cada vez más a la calidad humana, a un costo decreciente. Guionistas: Podrían experimentar una tasa de canibalización del 19%. Esto se debe al uso de herramientas de asistencia en la escritura de guiones, lo que también empuja a los productores a reducir los presupuestos destinados a esta labor. Directores y otros co-autores: Enfrentarán una tasa de canibalización del 15%. Esta pérdida se atribuye a la automatización de tareas y a la sustitución de obras creadas por humanos por contenidos audiovisuales generados completamente por IA en ciertos tipos de producciones.
Ingresos de los Proveedores de Servicios de IA Gen en Audiovisual
Se proyecta que los ingresos de los proveedores de IA generativa en el sector audiovisual alcancen los €5 mil millones en 2028, con un total acumulado de €13 mil millones en cinco años.
Este crecimiento será impulsado principalmente por las herramientas de "prompt-to-output" (generación completa de contenido a partir de una instrucción).
Las categorías de herramientas que impulsarán estos ingresos incluyen los servicios de video/audiovisual completos generados por IA, las herramientas de doblaje/subtitulación, y el software de guionado.

Una perspectiva histórica
A lo largo de la historia, el progreso tecnológico transformó el empleo, pero no lo eliminó. Desde la revolución agrícola hasta la industrial y la era digital, cada avance desplazó ciertos trabajos, pero también generó nuevas industrias, roles y formas de organización laboral. El patrón histórico ha sido claro hasta ahora: los humanos se adaptan, adquieren nuevas habilidades y se reinsertan en otros sectores.
La tecnología impulsa la creación de empleo al reducir los costos de producción, facilitando el acceso a productos para un público masivo. De este modo, se estimula el consumo y, con él, nuevas oportunidades laborales.
Sin embargo, incluso dentro de esa lógica, hay matices importantes. El desempleo tecnológico también causó daños graves en comunidades enteras, como cuando una fábrica cerraba o un oficio quedaba obsoleto sin alternativas claras. Es decir, aunque el empleo en general sobreviva, el daño local o individual puede ser profundo.
La irrupción de una tecnología también puede elevar los salarios cuando requiere habilidades especializadas (como ocurrió con quienes sabían usar computadoras), pero también puede deprimirlos cuando simplifica tareas y reduce la necesidad de expertise.
Ahora bien, ¿qué ocurre con la inteligencia artificial?
Aquí es donde algunos expertos, como Yuval Noah Harari o Daniel Susskind, introducen una ruptura en el patrón histórico. A diferencia de tecnologías previas —que complementaban habilidades humanas—, la IA tiene la capacidad de sustituirlas por completo, incluso en áreas como la creatividad, el juicio profesional o la toma de decisiones. Es decir, no solo reemplaza músculos o memoria, sino procesos cognitivos complejos, y lo hace con una velocidad sin precedentes.
En suma, si bien la historia ofrece lecciones de adaptación y resiliencia, la IA introduce una novedad radical: su capacidad de reemplazar lo que hasta ahora se consideraba irremplazable. Esto no implica caer en el catastrofismo, pero sí exige reconocer que la transición actual podría ser más compleja y desigual que las anteriores.
Cómo navegar esta transición
Los dos reportes previamente mencionados son claros: la IA generativa es una fuerza activa que está redibujando el mapa del empleo en el audiovisual. Mientras abre nuevas oportunidades de negocio y reduce costos de producción, también amenaza con desestructurar trayectorias profesionales, especialmente en los niveles de entrada, donde históricamente se formaron los talentos del mañana.
Esto plantea desafíos. A nivel individual, implica reconvertirse: identificar qué partes del trabajo están siendo automatizadas, aprender a convivir y colaborar con estas tecnologías, y desarrollar competencias que mantengan vigente el aporte que cada uno puede sumar. La adaptabilidad no es un diferencial: es un requisito de supervivencia.
A nivel organizacional, esperemos que existan las empresas que no solo incorporen IA en su producción, sino que también inviertan en formación, diseñen estrategias de reconversión y generen ecosistemas laborales que preserven la creatividad, la diversidad y la transmisión de saberes.
Y a nivel sistémico, el debate es necesario. ¿Quién se beneficia con esta transformación? ¿Cómo se distribuyen los costos del cambio? ¿Qué marcos éticos, legales y laborales necesitamos construir?
Hasta dónde puede llegar el impacto de la IA en el sector sigue siendo una incógnita. Como sostenemos con Elena, no se trata de una fuerza aislada: la inteligencia artificial irrumpe en un ecosistema atravesado por múltiples tendencias estructurales. La transición de la televisión lineal al streaming, por ejemplo, dejó a muchas compañías con márgenes más estrechos. En ese contexto, la IA puede convertirse en una herramienta para reducir costos y optimizar procesos, favoreciendo a los grandes grupos de medios. Pero al mismo tiempo, también puede empoderar a los creadores independientes, funcionando como un motor de expansión para la economía de los creadores.
Algo similar ocurre con el valor del contenido. La IA podría llevarnos hacia un escenario de sobreabundancia audiovisual y devaluación del video como producto, pero también podría habilitar nuevos formatos y lenguajes narrativos que den origen a mercados y trabajos completamente nuevos.
En definitiva, por cada amenaza hay una oportunidad latente, y por cada predicción alarmista, un posible contrapeso. La clave está en entender que el impacto de la IA dependerá, en gran medida, de cómo elijamos navegar esta transformación.
Reconocer la magnitud de esta transición no significa rendirse al determinismo tecnológico. Al contrario: es el primer paso para intervenir con inteligencia, responsabilidad y visión de futuro.
Noticias breves
Un juez federal en EE. UU. dictaminó que Anthropic hizo un "uso justo" de libros protegidos por derechos de autor para entrenar su IA Claude, pero también consideró ilegal el almacenamiento de más de 7 millones de libros pirateados. Aunque se desestimó parte de la demanda, habrá un juicio en diciembre para determinar posibles compensaciones. Es el primer fallo que valida el uso transformativo en el entrenamiento de modelos generativos bajo la doctrina de fair use.
Lucas Shaw escribe en Bloomberg acerca de la demanda de Disney a Midjourney. Identifica que los estudios están tomando medidas legales para proteger su propiedad intelectual, aunque también busca asociarse con empresas de IA, enfrentándose a un panorama legal incierto sobre el uso de materiales protegidos por derechos de autor en el entrenamiento de modelos de IA.
La China Film Foundation está lanzando proyectos de IA como parte de su Kung Fu Film Heritage Project, que incluye la restauración de películas clásicas de artes marciales de Bruce Lee, Jackie Chan y Jet Li, y la creación de la primera película animada completamente producida por IA. Se restaurarán 100 películas, como ‘The Big Boss’ y ‘Fist of Fury’, usando IA para mejorar la calidad de imagen, sonido y producción sin alterar la narrativa y la estética.
Kevin Mayer, ex ejecutivo de Disney, afirmó que la era dorada de la televisión ya pasó, y que incluso la IA no puede salvarla. Mayer, quien fue CEO de TikTok y cofundador de Candle Media, explicó que la creación de contenido de alta calidad se ha vuelto demasiado cara y que la TV alcanzó su pico hace tres o cuatro años. Aunque reconoció que la IA puede ayudar a aumentar la eficiencia en la producción de contenido, señaló que no es una solución mágica.
En el Festival Cannes Lions, se destacó el potencial de la IA para transformar la productividad y las estrategias de marketing. Michelle McGuire de Converge by Deloitte y Ruba Borno de AWS hablaron sobre cómo la IA se utiliza para crear perfiles personalizados de consumidores, especialmente en el sector deportivo, a través de análisis de grandes volúmenes de datos sin comprometer la privacidad. Con la capacidad de procesar y extraer insights de datos masivos, las empresas pueden personalizar la experiencia del consumidor a un nivel granular.
Hasta la semana que viene,
Agustín